Se conoce muy poco sobre nosotros, los PPP. Tan sólo que somos perros malos, con mandíbulas muy grandes y extremadamente peligrosos.

Para sacarnos a la calle tenemos que llevar bozal, una correo corta y nuestro dueño tiene que tener un permiso especial que diga que es lo suficientemente estable para tenernos.

Las personas que nos conocen y han tratado con nosotros, saben que las leyes que crearon contra nosotros  no son muy justas. No se nos debería etiquetar por nuestro físico.

Querría añadir que no somos peligrosos. Que algunos hemos tenido la mala suerte de caer en malas manos y no hemos sido educados correctamente, pero queremos vivir tranquilos con nuestras familias. Ante todo, ¡somos perros normales¡

Este vídeo es un buen ejemplo de cómo somos, dependiendo de cómo sean nuestros dueños: