Los perros de terapia están empezando a utilizarse en multitud de ámbitos:

• Residencias de ancianos
• Con personas o niños autistas
• En niños hospitalizados, para hacerles la estancia en el hospital más llevadera
• Con niños que tienen que testificar en juicios
• Mujeres maltratadas
• Etc…

En todos estos ámbitos, el perro se usa como un elemento más de la terapia.

Hay que aclarar que este tipo de terapias las debe llevar siempre a cabo un grupo de profesionales, entre los que se encuentra un psicólogo. Entre todos se prepara, para cada caso, un tipo de sesión diferente. El perro se usa como un elemento motivador dentro de cada terapia.

 El  perro suele ser un elemento estimulante de por sí solo. Es por esto por lo que algunos expertos de la salud empezaron a utilizarlos. Se dieron cuenta que, tener un animal cerca , reducía considerablemente el nivel de estrés de los pacientes y hacían que la terapia fuese mucho más estimulante para el éste.